H2o³. Cátedra Arquitectura Sostenible / Taller H. Profesores invitados
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La serie de publicaciones monográficas H20 recoge desde hace varios años los trabajos académicos más destacados desarrollados por los alumnos y profesores del Taller H de proyectos arquitectónicos ETSAV.
Esta reflexión general no puede dejar de lado la gran aportación docente que suponen para nuestros estudiantes las sesiones de puesta en común de obra propia realizadas de forma periódica por nuestros Profesores Invitados.
Queremos aprovechar esta ocasión para agradeceros a todos vuestra visita y expresaros nuestro común deseo de convertir algún día en habituales estos alentadores intercambios de ideas.
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- Publicationpicado de blas(Cátedra Universidad Empresa Arquitectura Sostenible Bancaja Habitat, 2009) Picado, Ruben; de Blas, María JoséSOBRE LA CUADRATURA DEL CÍRCULO. Ignoro cuántas veces se habrá hablado de la obra de estos arquitectos en los términos que propongo como título de este breve escrito de presentación de alguno de sus proyectos. Desconozco si alguien ha escrito ya con más acierto ¿y si lo ha hecho seguro que es así- acerca de esta manera de investigar en la geometría circular para ponerla al servicio de la razón funcional y hacerla depositaria de una enigmática belleza. Rubén Picado y María José de Blas, forman estudio y pareja y ya terminaron juntos la carrera en el año 1990 en la Escuela de Madrid. Yo creo que compartimos maestro, ellos directamente, yo en la admiración que me merece, en Alberto Campo Baeza. Y también les ha quedado el gusanillo, que ambos son profesores de arquitectura en la actualidad. ¿Del objeto al espacio¿ recorremos con ellos, en estas páginas que ya han alcanzado la categoría de lección, sus proyectos y sus construcciones, reflexiones llevadas a lo material, a una realidad de pesas y medidas. Y lo hacemos con un hilo conductor, invisible, muy delicado, que es como una alegoría de la música, un ritmo preciso, modulado. Yo creo que sus proyectos contienen siempre ese ingrediente casi científico que se asemeja a los elementos nucleares generadores de vida, y que así se caracterizan por encima de un continente que suele atrapar la austera belleza de lo estricto. Así lo ilustra, tan bien, el gráfico de praxis que contiene su monografía de ea! ediciones de arquitectura Cuando les vimos explicar en nuestra Sala de Grados su Intervención Paisajística en el Parque Playa de la Espasa, en el asturiano Concejo de Caravia, -sus candelas en el camino de santiago- comprendimos cuánto mimo ponen en cada uno de sus proyectos. Algo que ya anunciaba su Pasarela peatonal sobre el río Henares en Guadalajara. Me detuve con atención ante el panel que resumía su Escuela Infantil para niños hasta tres años de edad en Arganda del Rey cuando se expuso en la Muestra de Jóvenes arquitectos españoles, destacada por su calidad en tan estupenda compañía. Y es gratificante recordarla ahora mientras sus autores no ahorran abundante material complementario que añade interés al resultado. La Comisaría de Policía y Protección Civil de Villanueva de la Cañada es como un contrapunto que demuestra la inteligencia de una estrategia proyectual común, capaz de ofrecer resultados formalmente diversos. Aunque emparentados por la eficacia y cierta belleza. Y en la propuesta para la sede olímpica de Jockey del malogrado Madrid 2016, hay una magia volátil, dinámica, que también he querido encontrar en las instalaciones deportivas proyectadas para Vallehermoso. En ambas se da como un estadio superior de la aplicación práctica de tanta obsesión geométrica y modular, de tanta sensibilidad prendida; complicidad tan satisfactoria en materia arquitectónica. Así que del objeto al espacio es un discurso disciplinar bien medido y que juega con la inmensa ventaja de saber leer el espacio existente, de saber disfrutarlo y de saber enfrentarse a la creación de un objeto desde un profundo conocimiento del espacio. Así cualquiera! José María Lozano Velasco Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia.
- Publicationdos mas uno(Cátedra Universidad Empresa Arquitectura Sostenible Bancaja Habitat, 2009) Dosmasuno Arquitectos¿CUÁNTO CUENTA REALMENTE DOS MÁS UNO? Tengo amigos matemáticos de los que "sólo" he aprendido la poesía de sus exquisitas formulaciones, la belleza exacta de sus ecuaciones complejas y la formalización de la verdad en sus enunciados categóricos. Así que no tengo una respuesta única para la pregunta que me formulo, y encuentro adecuada, para la presentación de esta tríada de arquitectos, este trino, que encarnan ¿por el orden que ellos declaran- Ignacio Borrego, Néstor Montenegro y Lina Toro, quienes entre los tres (esta suma si es fidedigna) alcanzan veinticuatro años de titulación, que es cifra considerable para una trayectoria profesional madura. Entre las publicadísimas viviendas para la EMV en Carabanchel y las no menos importantes para La Maquinilla en Colmenar Viejo han transcurrido cinco años que no han lastrado el reconocimiento de ser, ambas, primeros premios de sus respectivas convocatorias de concurso. Cómo también lo fueron las de Vallecas en 2005 o la Biblioteca y Museo de la Universidad de Alcalá de Henares en 2007. En un currículum como el suyo, que no evita la dedicación teórica que supone la dirección de la Revista Arquitectos del Consejo Superior de los Arquitectos de España (obtenida también en concurso abierto), empiezan a pasar inadvertidos otros galardones, pero obsérvese que todos los proyectos que ocupan las siguientes páginas, y que han sido cedidos generosamente por sus autores para esta colección, han sido merecedores de honor en la correspondiente licitación. Es admirable la muestra de madurez que demuestran algunos de los proyectos más complejos ¿es excelente su propuesta para el Campus de la Justicia de Madrid-, como encomiable la frescura que caracteriza su propuesta para el Edificio de Accesos y Servicios, aceptando con naturalidad las trazas obligadas por los ganadores del conjunto. Y es, en ambos casos, destacable la capacidad de trabajo ejercida desde que abrieron estudio y compatibilizada con su dedicación a la docencia de proyectos. Tampoco han eludido el rigor necesario para emprender proyectos de intervención en el patrimonio construido; el Centro de Arte en el Matadero de Madrid o la Actuación en las ruinas romanas de Quintanilla, en Palencia, son dos buenos ejemplos de cómo hacerlo con el debido respeto a la preexistencia y una sensibilidad apropiada en su habilitación y ampliación en su caso, transformación arquitectónica al fin y al cabo. Y además hay alguna relación entre unos y otros, entre las acciones de primera planta y las que lo hacen sobre lo construido, además de la calidad como distintivo. Y, he podido comprobarlo en su comparecencia en esta Escuela, como miembros de un Jury de Fin de Carrera primero y como conferenciantes después, tienen una rara facilidad para comunicar, de manera didáctica y apasionada, no exenta de disciplina y precisión. Así que del conjunto de virtudes tan infrecuentes no extraña un resultado siempre rico en la forma y bien construido en las ocasiones que se ha visto materializado. Hay además una componente de humanidad, de buen trato, vaya! De generosidad que, como en las fórmulas matemáticas más elegantes multiplica los efectos. Su obra enriquece nuestro acervo intelectual. José María Lozano Velasco. Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia.
- PublicationElisa Valero(Cátedra Universidad Empresa Arquitectura Sostenible Bancaja Habitat, 2009) Valero Ramos, ElisaMENOR O IGUAL QUÉ. Los arquitectos, habitualmente aficionados a la matemática sencilla, a los enteros más que a los quebrados, a los módulos, las series, los ejes, las simetrías y las transparencias, admiramos ese oximorón miesiano de ¿menos es más¿ que es, también, el sumum del expresionismo elemental. Y tal vez la arquitecta Elisa Valero, cuya obra autodenominada menor tengo el honor de glosar con estas letras, milita también en este orden de ideas. Educada a partes iguales entre el rigor y la sensibilidad, hace del primero un ejercicio de precisión y cierta humildad y, de la segunda una práctica ¿más instintiva que intuitiva- de naturalidad y buen gusto. Claro que los antecedentes académicos que la adornan (de los familiares no es necesario hablar) han sido cultivados con tanto mimo como esmero. Y que la trayectoria de prematura madurez que ya hoy la caracteriza no es fruto del hazar sino de la cultura del tesón y del esfuerzo. Hay algo de transhumancia, de buhonera de raro postín, que ha guiado su andar arquitectónico, como una magia anclada en el sistema métrico decimal, deudora de Leonardo y del modulor de Le Corbusier, que se reconoce en los guiños más amables que salpican los espacios, las atmósferas, que son seña de identidad en sus creaciones. No seré yo (ni tampoco lo será Plácido Arango) quién escatime un elogio para la obra de esta mundana arquitecta afincada en Granada. Ni será el lector capaz de encontrar debilidad alguna en el calificativo universal que me atrevo a anteceder a su oficio; por el contrario reconocerá en el disfrute de la arquitectura que sale de su tablero, cuánto de biográfico hay en la misma y cuánta cultura contienen sus trazos. De la caja metálica que encierra la venta del medicamento al secuestro del sol bajo una parra del Albaicín, desde el juego sabio entre exterior e interior ¿ese ADN heredado del movimiento moderno, del racionalismo en suma-, de la apropiación legítima que sobre el espacio urbano ejerce el doméstico, que caracteriza la intervención en la clínica dental, caja a caja (de cristal). Y cuánta dulzura al reorganizar el espacio de un viejo convento que, bañado por una nueva luz, aumenta en calma mientras crece su confortabilidad. De esa pasta está hecha esta joven arquitecta que ya colecciona premios y éxitos profesionales sin abandonar docencia e investigación siempre ligadas al proyecto de arquitectura. Becada en Roma y profesora visitante en numerosas Universidades extranjeras, se ha ocupado de la vivienda social y de la bioclimática, de la intervención en el patrimonio, de los equipamientos, sin abandonar su producción de textos entre el ensajo, la crítica y la lección. Y ahí está, para mi satisfacción, en las últimas páginas de esta publicación, ese rincón de su estudio, ventana, mesa de trabajo, silla popular y un libro abandonado a un falso descuido, en el que es más fácil identificar un pórtico que su propio título. Y que es como un autoretrato de su autora. El discurso lectivo del Taller H se creció con sus lecciones como se crece hoy su patrimonio cultural con la aportación de estos cuatro trabajos que contiene este nuevo H20³. Y poco puedo yo añadir a los sutiles comentarios que Elisa Valero hace acerca de las fotografías que ilustran su trabajo. José María Lozano Velasco. Catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia.
- PublicationEL ALMA DEL MUNDO(Cátedra Universidad Empresa Arquitectura Sostenible Bancaja Habitat, 2009) Rafael Trénor Suárez de LezoUN ANIMAL INMENSO Arriesga H20³ al adentrarse en un territorio mágico como el que coloniza la sagacidad artística de Rafael Trénor. Porque el artista valenciano, heredero del trabajo colectivo de pensadores y poetas, de grabadores y navegantes, de matemáticos y escultores que desde estas tierras levantinas han ido dejando pautas de valencianía por el mundo entero, se enfrenta con la naturalidad que le permite su vasta cultura y un tesón poco frecuente a la construcción ¿porque la creación es, ya, un hecho- de la escultura más grande (monumento la llama su autor) de la Tierra. Y es el alma, alma cúbica y esférica del mundo, como si del oximorón más grande y también más rico en connotaciones sensibles se tratara, la que producirá o, mejor, está produciendo cada uno de los ocho trabajos (cuatro menos, por esta vez, que los de Hércules) escultóricos tan iguales y tan diferentes, siempre triédricos como corresponde a los vértices del cubo, siempre irradiando energía y una mística que eleva la categoría humana del observador a cotas de las que nuestra civilización se encuentra hoy tan ayuna. Cambiarán los tamaños, tal vez la textura última de su acabado; cambiará el significado de la huella que el artista universal va dejando en cada uno de esos ocho lugares identificados como una proeza pangeográfica por su ¿buscador¿ de tan sencilla como eficiente factura. Pero el espectador alborozado descubrirá idénticos rasgos comunes en la belleza del resultado que no son otros que los que le confiere la capacidad de su autor al encerrar, de un solo golpe maestro, la singularidad del lugar engrandecida por su pertenencia al discurso platónico que le da origen. Veinte años atrás, cuando acabaron los trabajos del proyecto de la siempre inconclusa Esfera Armilar, surgió la idea que terminará dejando en cuatro parejas de antípodas geográficas una traza estética para la lectura cosmogónica. La Isla de Cocos y la de Maíz (ya concluida); Moloka'i (que ya es realidad) y el desierto de Kalahari; el Lago Baykal y Tierra de Fuego (donde ya emerge un nuevo vértice, bellísimo, casi a orilla del atlántico); y Galicia (tal vez Finisterre) y otra isla, la del Sur, en Nueva Zelanda. Como si de un nuevo Descubrimiento colombino se tratara, una suerte de respetuosa y profunda colonización espiritual al alcance del hombre moderno. El trabajo no es ajeno a sus Planetarios de exquisita factura en mármoles diversos seleccionados por su color y significado; a su propuesta de Monumento a la Tolerancia en los montes próximos a Salzburgo; a su homenaje a Cervantes y a la literatura que el Axis Mundi representa; ni, por supuesto, al Gran Tetraedro o (tal vez desvelo algo) al proyecto del Globo Celeste de Balansiya que llena ya páginas de sus cuadernos de dibujo. No es ajeno, en suma, a una concepción del mundo ¿y a un compromiso con esa concepción- tan alejada del consumo irresponsable de sus recursos que hoy parece caracterizar la sociedad moderna, como empeñada en la recuperación de valores y principios que no por viejos han perdido actualidad espiritual. Si, como con generosidad anuncia el autor, me cabe el honor de formar parte del equipo responsable de que el vértice gallego sea en breve una realidad, habré crecido definitivamente en una sabiduría que lleva un tiempo alimentándose de la amistad con Rafael como desde ahora mismo aumentará la del lector que se entregue decidido a la lectura de las páginas que siguen y a la reflexión profunda que sus imágenes procuran. José María Lozano Velasco. Doctor Arquitecto. Catedrático de Proyectos Arquitectónicos y responsable del Taller H.